Un día como hoy, un dos de abril pero de 1982, un grupo de buzos tácticos pertenecientes a la Armada Argentina, desembarcaban en Puerto Argentino. Las órdenes fueron claras y precisas. Capturar al Gobernador Rex Hunt y a su guardia personal para luego una vez en el continente, negociar con el Reino Unido su liberación, con la esperanza de recuperar las islas por la vía diplomática. (Recuerdo la foto en que se veía a esos buzos tácticos pletóricos de victoria, y a sus prisioneros, que parecían un grupo de fanáticos del Manchester United después de perder la final con el Bayer Munich).
En ese momento, nuestro país era gobernado por una Junta Militar, presidida por un Teniente Coronel del ejército llamado Leopoldo Fortunato Galtieri, de quien se sabía que era adicto al blenders y de quien se sabía también que las dos botellas diarias de wiskey que consumía tarde o temprano habrían de causar algún estrago en ese maltratado cerebro.
Y eso mismo ocurrió cuando Galtieri, no conforme con la actuación de la Armada, y rechazando el acuerdo realizado entre las tres armas, decide el destino de la nación por su cuenta, declarándole la guerra al Reino Unido de la Gran Bretaña.
Un pueblo patriótico y jubiloso salió a las calles para festejar esta buena nueva. Y tres días después de una multitudinaria marcha en la que se reclamaba la vuelta a la democracia, marcha que fue salvajemente reprimida, y donde hubo un muerto, un pobre obrero de la construcción al que le dispararon con una pistola calibre 45 desde un Falcon sin patente, tres días después de esa marcha decía, el pueblo volvió a llenar la plaza festejando la recuperación de nuestras Islas Malvinas, casi como si hubiésemos ganado algún mundial de fútbol…
Lo demás es historia conocida y cifras… una cifra de tres dígitos para ser más exactos: 648 bajas argentinas. 648 conscriptos, suboficiales y oficiales que jamás volvieron a sus hogares. 648 familias destruídas por una guerra que jamás debió haber existido…
Pero la historia no termina ahí. Hay una historia que es casi tanto o mas dolorosa que la de la guerra. Y me estoy refiriendo a la historia de los veteranos. En estos 25 años se registraron casi tantos suicidios como bajas en combate, y este último año se agregaron los casos de 3 hijos de veteranos que siguieron el mismo camino de sus padres, y se quitaron la vida…
Los veteranos de Malvinas han recibido subsidios por parte del gobierno. Pero se merecen mucho más. Ellos merecen el reconocimiento de una sociedad egoísta e injusta que no los recibió como ellos se lo merecían… algunos pensarán, es lógico, nadie en nuestro país festejaría un segundo puesto. Nos educaron para ser los mejores… y durante mucho tiempo nos creímos ser los mejores... me pregunto: mejores en que?
Ojalá que los gobiernos de turno se ocupen mucho más de los veteranos de Malvinas. Ojalá que les den todo el apoyo terapéutico y psicológico y toda la contención que estos valientes hombres necesitan…
No por permanecer vivos son menos héroes que aquellos que dieron su vida por la patria. Ellos también la ofrendaron, y tampoco recibieron nada a cambio…
En ese momento, nuestro país era gobernado por una Junta Militar, presidida por un Teniente Coronel del ejército llamado Leopoldo Fortunato Galtieri, de quien se sabía que era adicto al blenders y de quien se sabía también que las dos botellas diarias de wiskey que consumía tarde o temprano habrían de causar algún estrago en ese maltratado cerebro.
Y eso mismo ocurrió cuando Galtieri, no conforme con la actuación de la Armada, y rechazando el acuerdo realizado entre las tres armas, decide el destino de la nación por su cuenta, declarándole la guerra al Reino Unido de la Gran Bretaña.
Un pueblo patriótico y jubiloso salió a las calles para festejar esta buena nueva. Y tres días después de una multitudinaria marcha en la que se reclamaba la vuelta a la democracia, marcha que fue salvajemente reprimida, y donde hubo un muerto, un pobre obrero de la construcción al que le dispararon con una pistola calibre 45 desde un Falcon sin patente, tres días después de esa marcha decía, el pueblo volvió a llenar la plaza festejando la recuperación de nuestras Islas Malvinas, casi como si hubiésemos ganado algún mundial de fútbol…
Lo demás es historia conocida y cifras… una cifra de tres dígitos para ser más exactos: 648 bajas argentinas. 648 conscriptos, suboficiales y oficiales que jamás volvieron a sus hogares. 648 familias destruídas por una guerra que jamás debió haber existido…
Pero la historia no termina ahí. Hay una historia que es casi tanto o mas dolorosa que la de la guerra. Y me estoy refiriendo a la historia de los veteranos. En estos 25 años se registraron casi tantos suicidios como bajas en combate, y este último año se agregaron los casos de 3 hijos de veteranos que siguieron el mismo camino de sus padres, y se quitaron la vida…
Los veteranos de Malvinas han recibido subsidios por parte del gobierno. Pero se merecen mucho más. Ellos merecen el reconocimiento de una sociedad egoísta e injusta que no los recibió como ellos se lo merecían… algunos pensarán, es lógico, nadie en nuestro país festejaría un segundo puesto. Nos educaron para ser los mejores… y durante mucho tiempo nos creímos ser los mejores... me pregunto: mejores en que?
Ojalá que los gobiernos de turno se ocupen mucho más de los veteranos de Malvinas. Ojalá que les den todo el apoyo terapéutico y psicológico y toda la contención que estos valientes hombres necesitan…
No por permanecer vivos son menos héroes que aquellos que dieron su vida por la patria. Ellos también la ofrendaron, y tampoco recibieron nada a cambio…
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