miércoles, 4 de junio de 2008 | |

La historia de Darlena Tejeiro, el Concejal Cocodrilo Dundee, Floricienta y el escribiente sin pelo (por [R][R][R])

Darlena Tejeiro junto a Floricienta se habían robado un vuelto que no les correspondía y andaban unos motoqueros persiguiéndolas para recuperarlo. Después vino el hombre del hacha y les arrancó la cabeza a todos, menos a Darlena y Floricienta, obviamente, por ser las protagonistas de la película.

Así fue que entre persecución y persecución, Darlena conoce a un escribiente que no tenía un pelo de tonto (o casi) y se revuelcan en el fango del amor durante un par de años (o quizás tan solo hayan sido 6 meses).

A todo esto, el escribiente pelón era amigo de Cocodrilo Dundee (un concejal de nuestro honorable concejo deliberante) y Darlena que era ambiciosa como la Puta Madre, no dudó en cambiarse de cama e instalarse por un tiempo entre las sábanas de Cocodrilo… (simultáneamente como diría el inventor de la cerveza mexicana Corona)

Cocodrilo es ese muchacho que parece bueno y que tiene cara de conquistador español (de esos que liquidaban indios a lo bestia en nombre de los Reyes Católicos, amén) pero que cuando te invita a un asado te hace pagar hasta las migas y las servilletas de papel, y que cada vez que te hace un favor te lo cobra pasándote factura indefinidamente…

Cocodrilo siempre llega a ocupar una banca en el concejo deliberante, período tras período, aunque en realidad no lo vota ni la familia, porque como decía Franco Macri: Primero están los negocios, después la familia, y después que venía?

Anyway, Floricienta en esta historia no toca un pito hasta que llega el carnaval, y ahí se convierte en petera oficial de la comparsa “Rajá Zulú” y con su pequeño buzón en forma de boca de 20 cm. (medidos por reloj) hace las delicias del público en general, pero eso sí, jamás un beso de lengua (la religión no se lo permite… pero se equivocaron si creían que era Mormona, no señor… Floricienta no es mormona, es morfona!)…

Lo que aún no alcanzo a comprender es como la mamá del escribiente pelón que es tan seria y rescatada (juraría que hasta parece salida de la Incredible String Band, un grupo hippón de los 70’s) le permitió a su despelado hijo salir con semejante ramera, porque la Tejeiro de hecho es un escándalo, más que un escándalo, un volcán en erupción, diría más, un Tanque Panzer Tiger (con los dos cañones de 20 mm. modificados y todo, solo que en el caso de Darlena son naturales (las tetas, obvio))…

En fin, estábamos en que Darlene andaba con Dundee hasta que cometió el error de contarle a sus amigas de sus andanzas (ahh… la incontinencia verbal de estas chinitas carnavaleras (como diría Graciela Borges)) Y como todos sabemos, Cyberlandia es una ciudad pequeña, y como dice el refrán: en pueblo chico se cocina en micro-ondas…

Cocodrilo que andaba preocupado por no se que fichitas o fichines (o algo así) la rajó al medio de la calle porque en el interín apareció su ex-novia con embarazo de algunos meses y pechos a estrenar… Ustedes creen que Cocodrilo se casó? ni una cosa ni la otra, sino todo lo contrario…
Las buenas lenguas dicen que se hizo cargo del pibe (aunque las fechas no le cerraban del todo) pero eso a mi no me consta…

Las malas lenguas en cambio… bueno… ustedes saben que no hay que creer demasiado en lo que dicen las malas lenguas…

Meanwhile, las pobres manitas del escribiente pelón no podían conseguir paz ni sosiego, porque día y noche recordaba a su querida Darlena, más que nada a la exhuberante osamente de Darlena y en especial su perfume a Chanchita de la India…
Y fue entonces que escribió su más logrado poema empírico intitulado “Me mato a pajas por vos” (Si Homero o Virgilio vivieran seguramente no serían Montoneros…)

Yo nací para mirar lo que nadie quiere ver (decía Charly García en Cinema Verité) y créame si les digo que a veces siento que voy por la vida con una máquina de mirar adosada a mis retinas, pero no crean que son todas flores las plantas que crecen en este futuro basurero nuclear…

Si ustedes quieren saber como terminó esta historia, les voy a decir que en realidad esta historia tiene un final abierto, tan abierto como el arco del triunfo de la Tejeiro, aunque en este caso estoy hablando por boca de ganso, porque mi ganso jamás bebió de las aguas de ese abrevadero…

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