sábado, 4 de octubre de 2008 | |

James Dean

James Byron Dean, nació el 8 de Febrero de 1931 en Marion (Indiana). A los 9 años quedó huérfano de su madre, un hecho que claramente marcó su personalidad.
Dicen que cuando vivía en la granja con sus tíos, se iba por las noches al cementerio donde estaba enterrada su madre, para llorarle y preguntarle el porqué le había dejado, que él la necesitaba.
Su carrera cinematográfica fue corta, sólo dos años, pero suficiente para imponer su imagen entre el público adolescente que le adoraba.
Filmó un total de tres películas (como protagonista) Rebelde sin causa (1954); Al este del Paraíso (1955) y Gigante (1955).
En la primera, el director Elia Kazan, eligió a Dean por su similitud con el personaje, introvertido, tosco, melancólico y apasionado.
Durante su estadía en Hollywood, Dean salió con muchas mujeres, (a pesar de que se le atribuía una fama bisexual), pero el amor de su vida fue la actriz Pier Angeli, a quien conoció durante el rodaje de Al este del Paraíso. A pesar de que la madre de Angeli se opuso a este romance, estuvieron juntos un tiempo hasta que Angeli le comunicó que iba a casarse con el cantante Vic Damone. Dean no aceptó esa decisión y durante la ceremonia de la boda de Angeli, se situó con su moto delante de la puerta de la iglesia y mantuvo acelerado el motor para hacer ruido. El matrimonio de Angeli duró poco tiempo. Ella murió en 1971.
Queda en el anecdotario un rechazo que le hiciera una productora cinematográfica por considerarlo bajo de estatura. Dean medía 1,71 mts. a lo que Dean acotó: acaso la interpretación se mide por centímetros?
Nadie como él ha sabido reflejar en la pantalla la confusión y angustia adolescente. De carácter solitario e indomable, los productores de su última película le prohibieron ponerse al volante de un auto de carreras. ¿Pero cómo pedir a un bólido que baje la velocidad? Se le había metido en la cabeza participar en una carrera de coches con su nuevo auto. Pero aquel día el destino había fijado una cita con la muerte.
Ese 30 de setiembre de 1955, James Dean se dirigía en su Porsche 550 Spyder apodado "El pequeño Bastardo", junto a su mecánico e intentando esquivar a otro conductor que venia en dirección contraria por su mismo carril, terminó estrellándose contra un árbol.
Casualmente el "kamikaze" conductor del otro vehículo, era un joven estudiante que venía de ver su última película "Gigante".
El mecánico de Dean y el conductor salieron con vida.
Minutos más tarde acudían al lugar del accidente todos los miembros y amigos de James, los mismos que habían compartido una fiesta en casa de Elizabeth Taylor horas antes.
Con los ojos empañados por las lágrimas, veían el coche completamente destrozado, retorcido y el cuerpo ensangrentado de su amigo, con el cuello roto, como era sacado por la policía de Salinas, prácticamente irreconocible.
Una historia envuelta en misterios, con cierto recelo, entre dudas y conjeturas envolvió al auto que manejaba al momento del accidente. Es un hecho es que cosas extrañas comenzaron a suceder con los dueños de las partes que quedaron del auto de Dean, ¿Una maldición? ¿Pura coincidencia? Veamos:
Después del accidente el Porche fue vendido a un distribuidor de coches de segunda mano que lo expuso al público (supuestamente para ayudar en una campaña contra los accidentes de trafico). Este distribuidor cobró a los espectadores veinticinco centavos a cada uno de los visitantes que fueran a ver el coche.
Luego un tal George Barris compró el coche para desmontar y vender todas aquellas partes que podrían ser útiles. Cuentan que cuando el coche fue llevado por una grúa al taller de este hombre, el coche se soltó, rompiéndole las piernas a un mecánico.
Troy McHenry, un medico de Beverly Hills, compró el motor del coche de Dean para sustituir el motor de su Porche. El Doctor murió en un accidente en la primera salida que hizo con el nuevo motor. (Troy McHenry murió el 22 de octubre 1956 durante una exhibición de automóviles en el parque de atracciones de Pomona cerca de Los Ángeles).
Otro hombre, cuyo nombre se desconoce, compró la transmisión del coche. También murió en un accidente. Un neoyorkino compró dos de los neumáticos de Dean. Su coche se estrelló cuando ambos neumáticos misteriosamente estallaron al mismo tiempo.
Lo único que Dean quería era vivir a toda velocidad. Su muerte a los 24 años contribuyó a forjar el mito de un actor con sólo tres filmes para la leyenda, y una enorme pasión por los autos y la velocidad.

(Comentado en Curiosa Noche el 01/10/08)

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