sábado, 29 de noviembre de 2008 | |

Nuevas formas de Cyberadulterio

Cuando leí el título de la nota de BBCMUNDO pensé que se refería a uno de los tantos casos en que el marido llega a su casa y la encuentra a su mujer desparramada en su sillón frente a la computadora, toqueteándose fogosamente, mientras en el monitor ve a otro marrano en igual situación, mostrando sus partes púdicas, que le habla en un español extraño (o en perfecto argentino), diciéndole cosas como “Soy tuio mi amol” “Chébere mi vida!” ó “Me sentí mamita, me sentí”.
Pero no! Nada de eso! Este no era uno de esos típicos casos de Cyberadulterio a través del Cybersexo, sino algo que incluso a los que nos manejamos en el mundo virtual como peces en el agua, puede llegar a sorprendernos.

Para aquellos y aquellas que creían que el aburrido SIMS era lo más aproximado a la vida real. Me refiero a ese simulador de la vida misma, donde uno comenzaba con un personaje y una limitada cantidad de fondos y debía buscar trabajo, construirse una casa, formar una familia y demás, hay algo que lo ha superado totalmente y ese ha sido el motivo de divorcio de una pareja.

Amy Taylor y David Pollard se conocieron en un chat de Internet allá por el año 2003. Más tarde se casaron y como se ve que no le perdieron el gustito a la cosa virtual, se inscribieron en SECOND LIFE, una comunidad virtual en el que los usuarios se recrean a si mismos e interactúan entre sí.

Todo iba bien, hasta que Amy, mejor dicho el Avatar de Amy (su personaje en el juego para que se entienda) encontró a su marido (al personaje que representaba a su marido) teniendo relaciones sexuales con una prostituta en el sofá.

Eso en el SIMS no pasaba! En el SIMS solo se veían unos corazoncitos cuando una pareja se enamoraba y después de un soporífero abrazo solía aparecer algún bebé de la nada. Pero este Second Life como verán es otra historia.

Cuenta Adrian Mars especialista en tecnología, que cuando comenzás en Second Life, tu personaje no tiene genitales. Y si querés que tenga relaciones sexuales, vas a tener que comprarle uno. Tarde o temprano siempre hay que pagar...

Agrega Mars, que las escenas sexuales en Second Life, son a lo sumo graciosas, ya que son bastante torpes y rudimentarios los movimientos que realizan los personajes, y parecen dos muñecos realizando algunos frotamientos torpes. Pero a pesar de eso, las intenciones si son las mismas que en el mundo real, y eso entendió Amy cuando encontró al personaje de su marido revolcándose con una señorita de la calle y eso la ofendió tanto como si hubiera ocurrido en el mundo real.

Ahora yo me pregunto: No era preferible que el marido de Amy canalizara parte de su líbido a través de un juego On-line en lugar de hacerlo en la vida real?

Evidentemente para ella no.

La infidelidad y el adulterio son sólo algunos de los temas espinosos en Second Life. Y para que haya relaciones en este juego, los personajes deben estar de acuerdo, aunque no faltan los ejemplos de inconductas o comportamientos sexuales inadecuados, como el caso de un personaje que encarnaba a un periodista estadounidense y que fue atacado por una bandada de penes voladores mientras realizaba una entrevista en su oficina virtual.

Dígame mi amigo, mientras usted mira el fútbol y ve perder una vez más a su querido River Plate, o deja caer la baba mirando a las señoritas de alguno de los “Bailando por un choripán pegado al caño” de Tinelli, sabe que está haciendo su señora frente a la PC?

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Si vas a engañar a alguien, y encima t descubren, por lo menos hacelo en la vida real!! jaja